Maastricht es una antigua ciudad de Holanda, pintoresca y con una rica historia además de monumentos que le han ido añadiendo matices especiales con el paso de los siglos. Situada al sur de Holanda es la capital de la provincia de Limburgo y está muy cerca de Bélgica y Alemania.
Un sitio ideal para incluir en el itinerario de viaje por Holanda, la ciudad de Maastricht ofrece al turista excelente propuestas de ocio en las que se incluyen la arquitectura, historia y cultura, además de una excelente oferta gastronómica, magníficas tiendas y un ambiente multicultural que atrapa a los visitantes.
Por otra parte Maastricht es una de esas ciudades que ha sabido combinar de manera excelente su historia y patrimonio arquitectónico pero no dejando de lago el dinamismo de la vida moderna, siendo un destino ideal para una escapada de fin de semana.
Así, la capital del Limburgo es uno de los destinos preferidos por los mismos holandeses ya que además de su rica historia y monumentos también ofrece ofertas de ocio y diversión a través de excelentes restaurantes, tiendas, bares y pubs.
La ciudad formó también parte desde la época romana como un lugar de peregrinación del cristianismo y perteneció a la diócesis de Lieja, de allí que en ella es posible encontrar el clásico estilo renano-mosano que caracterizaba el arte de Bélgica.
Obras magníficas como las basílicas de Nuestra Señora y San Servasio, forman parte del patrimonio de Maastricht como también las bonitas casas de piedra que datan de los siglos XVII y XVIII, como las que se encuentran en la calle Stokstraat en las que funcionan pintorescas tiendas de ropa y decoración.
Algunos tramos de la antigua muralla que custodiaba y protegía Maastricht aún se conservan y se encuentran además bordeados de jardines y atalayas, como el camino de ronda que en su parte transitable lleva hasta la llamada Puerta del Infierno, uno de los vestigios del recinto amurallado del Siglo XIII.
También merece la pena darse una vuelta por la Plaza de las Armas, un bonito y amplio espacio con varios cafés e interesantes edificios, siendo además el lugar donde se encuentran los dos principales templos de la ciudad.
El Museo de Bonnefanten es una de las visitas obligadas en la ciudad ya que alberga una magnífica colección de arqueología con infinidad de objetos encontrados en Limburgo, y que van desde tiempos remotos hasta nuestros días, en tanto que el Museo del Derlon que funciona en los sótanos del hotel del mismo nombre también ofrece la posibilidad de ver restos romanos de un antiguo templo dedicado a Júpiter de los siglos II al IV.
En cuanto a las propuestas de alojamiento la ciudad ofrece cientos de hoteles a precios muy asequibles, como los que se encuentran cerca de la estación de Maastricht entre los que se destacan el Hotel Beaumont y el Hotel Boutique Townhouse.