Situado en el extremo meridional de la península ibérica y al este de la bahía de Algeciras, Gilbraltar es un destino turístico ideal para una escapada de fin de semana, ya que por ser un territorio pequeño puede visitarse en un par de días y conocer sus lugares más emblemáticos.
Con una población de casi treinta mil habitantes en una superficie de menos de 7 km² la economía de Gibraltar basa su economía en el sector de servicios en especial como centro financiero y también en el turismo, con el encanto adicional que representa para muchos viajeros encontrarse en territorio inglés, con todas sus características tales como el hecho que los coches circulan por la izquierda.
Numerosas calles de Gibraltar son peatonales y esto permite cómodamente recorrer y conocer sus sitios más importantes a pie a menos que estén más distantes como el Castillo del Moro, situado en una ladera desde donde es posible admirar los maravillosos paisajes con el mar como telón de fondo.
Otro paseo inolvidable es por los jardines de la Alameda que datan del siglo XIX y también conocer la Catedral Santa María Coronada, una magnífica construcción que fuera originalmente una mezquita, muy similar a la de la ciudad de Córdoba en España y después de la expulsión de los moros se convirtió al catolicismo.
El Convento de Gibraltar y el cambio de guardia que se realiza cada mañana forman parte de los tours turísticos por el lugar, lo mismo que ir de compras y aprovechar los buenos precios libres de impuestos que ofrecen la tiendas de Gibraltar en productos como joyas, tabaco, alcohol, informática y hasta chocolate.
Pero la visita al Peñón no termina en sus calles y monumentos pues existe un área protegida transformada en una Reserva Natural a la que puede accederse tanto en coche como utilizando el teleférico y ver de cerca a los macacos que viven allí en total libertad en un lugar conocido popularmente como la Guarida de los Monos.
También es posible aprovechar el viaje a la reserva y visitar algunos de los lugares más importantes como la Cueva de San Miguel, con maravillas como la Sala de la Catedral y la Cueva de Leonora que según cuenta la leyenda se creía que llegaba hasta África y era el pasaje subterráneo a través del cual los monos llegaron a Gibraltar.
Los Túneles del Gran Asedio son también interesantes ya que están formados por galerías que tienen unos doscientos años y fueron excavadas con palas, martillos y cinceles para construir un lugar de defensa ante el posible ataque los españoles, siendo en la actualidad un espacio temático que incluye movimiento y sonido en un recorrido que culmina en la Sala de San Jorge.
