Con etnias diferentes y conservando un poco de ese halo de misterio por el que siempre estuvo envuelta, Mosú, la capital rusa, es hoy un destino turístico que atrae miles de visitantes cada año, ávidos de descubrir sus monumentos y lugares más emblemáticos.
La famosa Plaza Roja, el impresionante conjunto del Kremlin y las monumentales catedrales de San Basilio y del Cristo Salvador, son algunos de los sitios que forman parte del recorrido por la ciudad de Moscú, que cuenta con un gran centro histórico situado en los alrededores del Kremlim.
El Teatro Bolshoi es otro de los atractivos con los que cuenta Moscú, un lugar emblemático relacionado con el arte y de cuyo grupo de ballet es uno de los más célebres del mundo, mientras que un recorrido utilizando el metro de la ciudad permite admirar cada una de sus estaciones adornadas con mosaicos, murales y lámparas que hace de cada una de ellas una obra de arte en si misma.
El Kremlim es uno de los sitios de Moscú donde mejor pueden apreciarse los diferentes estilos arquitectónicos que hacen parte de su historia a través de iglesias y palacios, sin olvidar el encanto que le brinda el río Moscova que recorre parte de la ciudad por dentro.
Partiendo desde el Kremlin la ciudad presenta una urbanización particular en forma circular ya que originariamente fueron construyéndose anillos viales a medida que la ciudad crecía, como el Anillo de los Bulevares o el Anillo de los Jardines.
Conocida como la “Tercera Roma” tras su convulsionada historia hoy se presenta para los turistas como una ciudad mágica y misteriosa diferente a otras de Europa, con una impronta personal que no decepciona a quienes la visitan, gracias a sus propuestas culturales y también comerciales.
Para quienes desean hacer compras la calle Tverskaya es la más concurrida de Moscú y el lugar donde se encuentran las boutiques de marcas internacionales además de restaurantes y bares como también edificios con historia como el Hotel Nacional y el Teatro Yermolova junto al Museo Casa de Meyerhold, artista ejecutado en 1939.
Un paseo recomendable es a bordo de los cruceros que navegan por el río Moscoa y brinda vistas maravillosas de la parte histórica de Moscú, además de lugares como los Montes de Gorrión, el Muelle Frunzenskaya, con sus construcciones de clásico estilo soviético y el Parque Gorki, el centro de diversiones más importante de Moscú.