Un destino turístico inigualable, la Isla de Terceira en Portugal tiene todo lo necesario para disfrutar de unas vacaciones inolvidables, donde la naturaleza y la historia se unen brindando a los visitantes un lugar único
Terceira es una isla que forma parte del Archipiélago de las Azores y que cuenta con una superficie de 396 kilómetros cuadrados, siendo su punto más alto la Sierra de Santa Bárbara en el lado oeste.
La capital de Terceira es la ciudad de Angra do Heroísmo, con su pasado que nos lleva hasta la época en que los barcos llegaban a la isla cargados de especias de Oriente y riquezas de las entonces llamadas Américas.
Terceira se destaca por sus bellezas naturales y también por el encanto de sus poblaciones pintorescas donde abundan las tradiciones que siguen conservándose y pasando de una generación a otra, con ambiente animado y gente hospitalaria es un destino turístico poco conocido pero que cada año se está volviendo más popular.
La ciudad de Angra do Heroísmo ha sido declarada Patrimonio de la Humanidad por la Unesco debido a su rica historia y su centro histórico inigualable donde el estilo renacentista se mezcla con otros estilos arquitectónicos que pueden verse reflejados en iglesias, museos y palacios.
Una ciudad cargada de historia y monumentos con sus bonitas casas, la Catedral y las iglesisas construidas durante los siglos XVII y XVIII. De indiscutible belleza los castillos de São João Baptista y el de São Sebastião, fueron durante siglos los encargados de custodiar las costas de la isla y muy cerca de la capital también puede visitarse la antigua parroqui de São Mateus da Calheta.
En la zona este de la isla la localidad de São Sebastião ofrece a los visitantes la posibilidad de visitar la Iglesia Matriz de São Sebastião, con sus portales manuelinos y sus magníficos frescos, además de varios fuertes y bonitas ermitas.
Muy cerca se encuentra la ciudad de Praia da Vitória, segunda ciudad en importancia después de la capital de la isla, esta localidad es también rica en historia y tradiciones con un centro histórico donde se destacan una gran variedad de monumentos, calles empedradas y antiguos templos como la Iglesia Matrica del siglo XV o la bella Iglesia del Señor Santo Cristo.
Y para culminar el recorrido imposible no llegar hasta la Gruta de Natal, un importante legado geológico situado muy cerca de la Reserva Forestal Natural de la Sierra de Santa Bárbara y frente al Lago de Negro. Se trata de una formación compuesta de lavas solidificadas que en el pasado formaron túneles y cuevas de belleza increíble.