Bellos paisajes que se extienden en una amplia llanura con los ríos Reno y Panaro que embellecen las colinas y montañas, eso es Bolonia ciudad italiana con sus propuestas culturales y zonas naturales de inigualable belleza. El turismo rural y cultural es el más difundido en Bolonia con propuestas para todos los gustos desde museos arqueológicos hasta los de música pasando por iglesias, teatros y maravillosos palacios.
En la antigüedad Bolonia fue una importante ciudad habitada por celtas y etruscos, disfrutando durante la Edad Media de uno de sus períodos de mayor esplendor con una importante actividad cultural, artística y económica, fundando en el año 1088 la primera universidad del mundo occidental.
Ya llegando el año 1506 comienza la decadencia de Bolonia cuando el poder de la Iglesia comienza a formar parte de sus dominios una situación que se extiende hasta la época de la unificación de Italia.
Durante la Segunda Guerra Mundial, Bolonia sufrió reiterados ataques que destruyeron gran parte de sus edificios dañando otros que afortunadamente han podido reconstruirse.
En la actualidad Bolonia es un importante punto de comunicación terrestre del norte de Italia y principal puerta de acceso a la denominada Italia peninsular, siendo también sede de prestigiosas instituciones políticas, culturales y económicas, realizando cada año diversas exposiciones de carácter comercial que se han transformado en las más importantes de Europa.
Bolonia es conocida popularmente como la “Ciudad de los pórticos” debido a sus más treinta y ocho kilómetros de calles porticadas en el casco histórico que tuvieron origen en la Edad Media cuando la universidad generó el establecimiento de estudiantes y escritores de toda Europa que la eligieron como lugar para residir.
También se destacan por sus monumentos característicos como las llamadas Torres de Bolonia que en la Edad Media llegaron a casi 180 entre torres y casas-torres, de las que solo se conservan una pocas entre ellas la torre de Altabella, la de Prendiparte, además de la Torre Asinelli y la Torre Garisenda.
Si de palacios se trata los que más se destacan son el Palacio Municipal que conserva parte de la construcción realizada durante 1425, distinguiéndose la antigua torre de los Accursi, donde se encuentra el reloj público, siendo también interesante el Palacio Reenzo levantado entre los años 1244 y 1246 y el Palacio de la Mercancía que data del año 1391.
La Plaza Mayor de la ciudad es posible admirar una de las iglesias de estilo gótico de mayor importancia en el mundo, la Basílica de San Petronio, cuya construcción comenzó en 1390 bajo la dirección de Antonio di Vincezo, siendo también magníficos templos la iglesia de San Francisco del siglo XIII.
En la bonita Plaza Santo Stefano se encuentra el complejo de San Esteban conocido también como las Siete Iglesias, un conjunto de iglesias capillas que se encuentran unidas por un patio y un claustro.
El teatro representa una gran parte de la historia cultural de Bolonia ya que fue la forma de entretenimiento más popular hasta el siglo XVI, de allí que se conservan el “Teatro Comunale di Bologna”, que ofrece espectáculos de ópera y música sinfónica, el Teatro Duse, de teatro tradicional.
Ya dedicado a la danza contemporánea y la comedia puede visitarse el Teatro delle Celebrazioni, en tanto que el Testoni se dedica a espectáculos y producciones dirigidas a niños y jóvenes.
Culminando la visita cultural nada mejor que visitar los maravillosos museos de Bolonia desde el Arqueológico que alberga piezas de origen de romano, etrusco y prehistórico y la Pinacoteca Nacional de Bolonia, con obras de prestigiosos maestros como Rafael, Guido Reni y Carracci entre otros.
Y para los apasionados por el turismo rural Bolonia ofrece colinas, llanuras y montañas donde es posible realizar diferentes itinerarios de por caminos rurales recorriendo por ejemplo el Monte de las hormigas obteniendo maravillosas vistas de los valles de Zena y del Idice.
Ya para aquellos que desean practicar escalada libre nada mejor que visitar Badolo y para el avistamiento de aves la localidad de Bora di San Giovanni es un espacio especialmente adaptado para la recalificación y protección ambiental con numerosas especies de pájaros.
Entre los espacios naturales protegidos puede visitarse el Parque Histórico Natural de Monte Sole, situado en Marzabotto, una extensa reserva natural con áreas para recorrer a pie, a caballo o en bicicleta.
Por último, los amantes de las termas hallarán en Portea Terme el sitio ideal para unas vacaciones diferentes en las que además de aprovechar los beneficios de las aguas termales podrán disfrutar de modernas instalaciones que ofrecen tratamientos y propuestas spa magníficas.