Los amantes del buen vino son también aficionados a recorrer las denominadas rutas enoturísticas, que invitan a conocer esos lugares especiales que permiten disfrutar de un entorno natural maravilloso y también de las más tradicionales bodegas que existen en diversas regiones de España.
Cataluña es una de esas regiones con magníficas ofertas en especial dirigidas a los amantes del buen vino y de la naturaleza realizar rutas enoturísticas interesantes.
Entre los sitios que pueden visitarse a través de estas rutas Bellmunt del Priorat es uno de los pueblos catalogados dentro de la Denominación de Origen, es una zona con pasado minero que aún hoy muestra los restos de esa actividad con el Museo Minero que sirve de referencia para conocer su historia.
Llegando a Lloar, antiguo camino de paso entre el Ebro y Tarragona los viajeros hallarán un rincón pintoresco conocido como la Font Vella, para continuar después hasta Gratallops, uno de los centros más importantes de la gran actividad vinícola actual y como muestra de ello la Cooperativa de segundo grado que abarca la cosecha de los pequeños pueblos vecinos, con varias bodegas que son conocidas en el mundo.
En La Vilella Alta, pequeño pueblo enclavando sobre un cerro se conserva aún la iglesia parroquial que guarda un retablo del año 1700.
Siguiendo la ruta enológica aparece el pueblo d’Scala Dei, un lugar que fuera en el pasado la sede de los negocios de la zona que dirigía uno de los monjes que cuidaban junto a los trabajadores tanto de las bodegas como de diversos cultivos.
Al llegar a La Morera de Montsant, antiguo pueblo de origen sarraceno, existen varios lugares curiosos para visitar entre ellos el sitio donde se conserva un gran portal de estilo románico que se encuentra en la iglesia parroquial.
Una villa cercada de almendros y viñas y donde se concentran la mayor cantidad de bodegas particulares es el pueblo de Porrera, con sus antiguas casas señoriales que lucen orgullosas sus viejos relojes de sol del siglo XIX.
El fin de la Ruta Enológica pasa por Torroja del Priorat, lugar donde se encuentra la sede el Consejo Regulador de Sant Miquel y la bodega museo Joan Pàmies donde puede una particular colección de prensas y enseres vinícolas muy antiguos utilizados para realizar los trabajos en el campo y sobre todo la cosecha de la vid.