Conocida popularmente como la ciudad dorada o la de las cien cúpulas, Praga es una de las ciudades más bellas de Europa con una rica histórica, cultural, colmada de leyenda y tradiciones.
Puede decirse que toda Praga es un gran museo compuesto por infinidad de monumentos, iglesias y museos, donde la ciudad vieja ubicada entre el Puente de Carlos IV y la Plaza de Wenceslao, es el lugar visitado por los viajeros que llegan a la ciudad pero también por los ciudadanos ya que representa el lugar donde desarrollan gran parte de su vida pública desde la Edad Media, celebrándose aquí desde el mercado de Navidad hasta la bienvenida del año Nuevo.
La Plaza de Wenceslao es una de las más visitadas y también fotografiadas debido a monumentos famosos como el Reloj Astronómico enclavado en la torre del edificio del Ayuntamiento.
El más importante referente eclesiástico de la ciudad es la Catedral de San Vito de Praga, un claro ejemplo de la más pura arquitectura gótica.
Construida en el interior del majestuoso Castillo de Praga, esta Catedral, que data del siglo XIV es propiedad del Estado a pesar de ser un templo católico.
Su edificación nunca llegó a terminarse y por ello es posible ver en su fachada dos torres pequeñas construidas en el siglo XX que fueron levantadas intentando imitar el resto del estilo.
Un lugar visitado por los más importante personajes de la historia de Praga, en San Vito has sido coronados todos los reyes de Bohemia, lugar donde además muchos de ellos descansan y donde se guardan las joyas de la Corona.
Algunos de los personajes ilustres que se encuentran en la cripta de la catedral son obispos, arzobispos y antiguos soberanos de Bohemia, siendo sin embargo la tumba más famosa la de Wenceslao IV.
Se encuentra permitido hacer una visita a la Torre Grande de la catedral que se encuentra a casi cien metros de altura, para contemplar desde allí gran parte de la ciudad de Praga, como los barrios de Mala Strana y Stare Mesto, además del famoso puente de Carlos IV.
La Catedral de San Vito se encuentra abierta al público de lunes a sábados a partir de las 9.00 horas y hasta las 16.00 hora en invierno extendiéndose el horario durante el verano, en tanto que los domingos abre al mediodía y puede visitarse hasta las 18.00 horas siendo en todos los casos la entrada gratuita.