Por otra parte, aunque es uno de los destinos de viajes a Europa más aislados, Lisboa es un lugar vibrante lleno de cultura y atractivos que bien vale desviarse de la típica ruta de turismo en Europa. La ciudad hoy simboliza la modernidad de Portugal. La rehabilitación y construcciones importantes llevadas a cabo en las últimas décadas, especialmente antes de la Exposición Universal de 1998, contribuyó significativamente a darle una nueva cara que convierte un viaje a Lisboa en una buena decisión a la hora de planear unas vacaciones en Europa. Aquellos que todavía imaginan Lisboa, con sus casas blancas colgadas a las laderas se sorprenderán. Las fachadas de la ciudad han adoptado colores pastel y ocre y ahora se encuentra plagada de edificios altos y modernos.
Sin embargo, la organización del distrito de Lisboa ha mantenido una cierta diversidad de la comunidad. Si usted está en Alfama, Baixa o el Alto Bairo, usted se sentirá un ambiente agradable, diferente pero igual de cautivante. En cualquier caso, usted se sentirá abrumado por el calor que caracteriza a la gente de Lisboa. En resumen, usted no debe permanecer indiferente a los encantos que emanan de Lisboa.
